A menudo hablamos de cocinas abiertas al salón pequeñas, o de salones y cocinas juntos, pero lo que no es tan común es que la cocina se situé en una zona de paso.
Pasillos, distribuidores o incluso recibidores con cocinas abiertas por las que podría efectuarse el paso a otras zonas de tu casa. Hoy visitamos una reforma en el Raval que te va a resolver todas las dudas y que es el mejor ejemplo de una cocina en una zona de paso.
Como veréis se trata de un proyecto de
interiorismo realizado por
Marta Castellano con muchas de las cosas que nos gustan: suelos de parqué en espiga, paredes de ladrillo, espacios diáfanos y una decoración de
estilo rústico chic que enamora.
Cocina en una zona de paso o pasillo
La cocina, que es la que nos ha hecho llegar al proyecto es inevitable zona de paso para acceder al salón. No siendo una cocina totalmente abierta, pero tampoco cerrada al no existir ningún tipo de puerta o cerramiento que limite el acceso.
Un gran vano sirve para entrar, y otro para comunicar visualmente ambas estancias.
Al tratarse de una zona de tránsito constante es fundamental que haya una continuidad de materiales entre ambos espacios.
Tendencias en cocinas
En la imagen podéis ver una
cocina de muebles blancos (sin tiradores) con encimera y frente del mismo color. ¡Hasta la vitrocerámica y la campana extractora -fundamental en espacios abiertos que tenga gran capacidad de succión- son blancas!
Electrodomésticos panelados, y toda la capacidad de almacenaje que se pueda conseguir para que el espacio se vea siempre limpio, y lo más ordenado posible. ¿Captas la idea?
No podemos dejar de hacer mención del interiorismo cuidadísimo que se aprecia en las fotos: fijaros en esos muebles vintage, cortinas que arrastran, y muebles de espejo envejecido.