Esta receta de tarta de moras fácil es perfecta para iniciarse en el mundo de las tartas. ¡Te damos la receta!
¡Seguimos con las recetas! No podía ser de otro modo, la Navidad está a la vuelta de la esquina y en menos de lo que esperamos tendremos a familiares y amigos pululando por nuestras casas ojo avizor de todo aquello que se puedan llevar a la boca para llenar el estómago.
Todos los años ocurre lo mismo y no sé si a vosotros os pasa pero yo me sé de unos cuantos a los que siempre les pilla el toro por sorpresa sin ideas para el menú.
Para que no os pase lo mismo y tengáis que echar mano de los sándwiches, inventados por cierto por el IV Conde de Sandwich allá por 1765 para salir del paso y matar el gusanillo en sus maratonianas partidas de cartas, hoy os traigo una receta que no dejará a nadie indiferente.
¡Por supuesto el factor sorpresa también es algo positivo y a tener en cuenta! Dicho esto, vamos a ponernos manos a la obra para ver qué necesitamos y cómo se prepara este dulce llegado más allá de las fronteras.
Lo bueno de esta tarta de moras fácil es que no es tan calórica como otras y su elaboración, contra todo pronóstico y lo que la gente suele pensar, es muy sencilla.
Para la masa necesitaremos:
- 435 gr de harina de trigo
- 120ml de agua muy fría (podéis dejarla en la nevera de la noche anterior o enfriarla en el momento con cubitos de hielo)
- 228 gr de mantequilla sin sal recién salida de la nevera,
- Una cucharadita de café de azúcar y otra cucharadita de café de sal.
Para el relleno necesitamos:
- Una cucharadita y media de café de zumo de limón
- Una cucharadita y media de café de ralladura de limón
- 1 huevo tamaño L
- 170 gr de azúcar
- 25 gr de harina
- 65 gr de azúcar moreno
- 50 gr de mantequilla cortada en daditos
- 500 gr de moras frescas (o congeladas) lavadas.
Preparación de la receta:
- Lo primero que debemos hacer es preparar la masa. Para ello mezclamos la harina con el azúcar y la sal en un bol. A continuación incorporamos la mantequilla cortada en daditos y comenzamos a mezclar los ingredientes de forma manual. Como ya os dije la mantequilla tiene que estar muy fría ya que en este paso no se debe deshacer por completo. La idea es conseguir una masa que contenga pequeños trocitos de mantequilla. Una vez hecho esto añadiremos el agua fría y amasamos la mezcla hasta conseguir una masa homogénea y manejable. Una vez conseguida, la dividimos en dos mitades, hacemos una bola con cada una de ellas, las recubrimos con papel film y las metemos en la nevera durante una hora.
- Mientras la masa enfría, nos ponemos manos a la obra con el relleno. Para ello colocamos en un recipiente las moras e incorporamos los dos tipos de azúcar. Mezclamos bien. A continuación echamos la harina y la sal y con la ayuda de una cuchara o una espátula revolvemos bien la mezcla hasta conseguir que todos los ingredientes estén bien integrados. Después incorporamos el zumo y la ralladura de limón. Revolvemos bien y dejamos la mezcla macerando hasta que la masa de la tarta ya esté fría.
- Toca el momento de trabajar la masa. Para ello espolvoreamos un poco de harina sobre una superficie lisa y con la ayuda de un rodillo amasamos una de las bolas hasta conseguir una masa fina y redonda. Es importante que la forma circular sea más grande que el molde que vayamos a emplear para que así la masa pueda recubrir los laterales. Una vez que conseguimos la textura y la forma adecuadas, colocamos la masa sobre el molde y vertemos dentro la mezcla de las moras con su jugo. A continuación echamos los daditos de mantequilla por encima de las moras.
- Ahora nos queda cubrir la tarta con la segunda bola de masa, que también tendréis que amasar. Se puede cubrir entera o hacer el tradicional trenzado. También podéis hacer algún diseño propio, aquí ya entra en juego el gusto y la imaginación.
- Una vez cubierta, batimos el huevo y con la ayuda de un pincel «pintamos» toda la masa que quede a la vista. Horneamos a 175 grados durante una hora aproximadamente, aunque este tiempo puede variar en función a cada horno por lo que es importante ir controlando poco a poco para que no se nos queme.
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Crédito imagen Flickr |
¡Y listo! Ya tenemos nuestra tarta de moras. Se puede servir templada o fría y puede aguantar en la nevera hasta 3 días aunque con lo rica que está seguro que vuela entera el primer día.
¿Qué me decís? ¿Os atrevéis con esta Blackberry Pie o tarta de moras fácil navideña?
Fotografía de portada: Brooke Lark en Unsplash
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